Elaboró: Dr Emmanuel Gálvez – Coordinador académico Atenea México

El otro Ramón y Cajal
En este interesante artículo publicado en la sección de Arte y Medicina de la Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM. La Doctora, autora y docente Teresa Fortoul realiza un magistral recorrido por la historia de unos de los padres de la neurociencia: Pedro Ramón y Cajal.
Este importante personaje nació en España en una familia donde su hermano más famoso, Santiago Ramón y Cajal, también fue un científico destacado. Pedro tuvo una vida llena de cambios y desafíos, pero finalmente se destacó en el campo de la medicina.
A lo largo de su vida, Pedro se enfrentó a dificultades financieras y desafíos educativos. Trabajó como barbero para financiar sus estudios y se mudó a diferentes lugares en busca de oportunidades educativas y profesionales. Se casó y tuvo dos hijos, Santiago y Pedro.
Su hijo Santiago no tenía un buen desempeño académico, pero tenía habilidades artísticas. Por otro lado, Pedro era un buen estudiante hasta la secundaria, pero luego se escapó de España con un amigo italiano y pasó siete años en Uruguay y Argentina, donde se involucró en la política y la revolución.
Después de regresar a España, Pedro finalmente cedió a la presión de su padre para estudiar medicina. Ingresó a la Escuela de Zaragoza y comenzó a estudiar histología del sistema nervioso en animales. Trabajó junto a su hermano Santiago en investigaciones relacionadas con la polarización de impulsos nerviosos y contribuyó significativamente a la investigación de Santiago.
En 1890, Pedro se convirtió en director de estudios anatómicos en la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza y obtuvo su doctorado. Trabajó en el estudio de animales no mamíferos y realizó investigaciones relevantes en histología comparada de la visión en vertebrados. También
A lo largo de su carrera, Pedro publicó numerosos artículos científicos y fue elogiado por sus habilidades docentes y su dedicación a sus pacientes. Sus contribuciones a la medicina, incluyendo el estudio de las fiebres recurrentes y las técnicas de resección de tumores, lo convirtieron en un destacado médico investigador en su propio derecho, aunque es menos conocido que su hermano Santiago.
Pedro Ramón y Cajal falleció en 1950 a la edad de 97 años, dejando un legado de dedicación y logros en el campo de la medicina y la investigación científica.
Siempre es importante recordar y tener presente a aquellos personas que tuvieron grandes contribuciones al campo de la medicina y las neurociencias, para tomarlos como una inspiración y como ejemplos de lo que significa ser punta de lanza y abrirse caminos. Aún cuando sean no necesariamente los personajes más famosos o reconocidos.
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Fuente: Fortoul van der Goes, T. I. (2023). El otro Ramón y Cajal. Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM, 66(5), http://doi.org/10.22201/fm.24484865e.2023.66.5.07.